Molly’s Game, escrito por la propia Molly Bloom, es un testimonio electrizante que trasciende las memorias convencionales para convertirse en un retrato fascinante del poder, la ambición y la caída en uno de los mundos más exclusivos y ocultos: el de las partidas clandestinas de póker de alto nivel.
La narración arranca con la vida de Molly antes de las luces brillantes y los trajes de diseñador: una joven esquiadora olímpica en potencia, moldeada por la presión de un padre exigente y una familia competitiva. Ese comienzo, más íntimo y emocional, sirve como base para entender las decisiones que vendrán después. Lo sorprendente es cómo, casi sin proponérselo, Molly se ve catapultada a una red de celebridades, millonarios, políticos y figuras del espectáculo que apuestan cantidades impensables en mesas rodeadas de silencio y secretos.
Lo que hace destacar el libro es su tono directo, honesto y en muchos momentos irónico. Molly no se presenta como víctima ni como heroína: es una mujer consciente de su inteligencia y carisma, que sabe cómo moverse en un entorno dominado por hombres, usando las reglas del juego a su favor… hasta que el juego cambia. La forma en que describe sus estrategias para atraer jugadores, manejar egos inflados, leer mentiras disfrazadas de sonrisas y mantener el control de un imperio informal es tan reveladora como absorbente.
Cada capítulo es una ventana a un universo cerrado: se habla de grandes cantidades de dinero apostado sin pestañear, de personalidades famosas que exigen anonimato, y de cómo la codicia, la adrenalina y el miedo pueden convivir en una misma noche. Pero también hay momentos de vulnerabilidad: la soledad, la tensión de saber que el castillo de cartas puede derrumbarse en cualquier momento, la caída vertiginosa cuando el FBI entra en escena.
El ritmo narrativo es ágil, casi cinematográfico —no es casual que su historia haya llegado a la gran pantalla—, pero el libro tiene una profundidad que va más allá del escándalo. En el fondo, Molly’s Game es una reflexión sobre identidad, límites y segundas oportunidades. Una mujer que, tras rozar las alturas de un mundo artificial, debe reconstruirse desde la verdad y la introspección.
En definitiva, es una lectura adictiva, sincera y reveladora. Más que una historia sobre póker, es una historia sobre saber cuándo retirarse de la mesa… y cómo seguir jugando, con las cartas que la vida reparte después.
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